En el vasto universo de la psicología, ciertas palabras han tomado un significado profundo: «aceptar» y «soltar».
Con la influencia creciente de filosofías orientales como el yoga y el budismo, estas palabras se han convertido en un mantra en nuestra sociedad occidental, en constante búsqueda de transformación.
No obstante, el verdadero significado detrás de estas dos palabras a menudo no está claramente definido. ¿Qué debemos realmente aceptar? Y, ¿qué es lo que necesitamos soltar? Ambas palabras nos cuentan una historia similar.
No se trata de renunciar ni de conformarse, sino de asumir la responsabilidad de nosotros mismos.
Comprendiendo la formación de la identidad personal
Explorar cómo forjamos nuestra identidad personal puede arrojar luz sobre estos conceptos. Nuestra identidad personal comienza a gestarse desde el momento en que llegamos a este mundo.
Al nacer recibimos etiquetas de niños o niñas, alto o bajo, hermoso o agradable. Junto a estas etiquetas más tangibles, se añaden atributos abstractos como «llorón», «comilón», «dormilón»…
Desde nuestro nacimiento, comenzamos a interactuar con el mundo que nos rodea, y esta interacción nos devuelve información acerca de quiénes somos. Nos proporciona una idea de las expectativas que los demás tienen de nosotros y de lo que debemos hacer para cumplirlas.
Por ejemplo, cuando lloramos, nos atienden; cuando sonreímos, nos brindan cariño. Este diálogo causa-efecto nos ayuda a moldear nuestra percepción de nosotros mismos, tanto en lo positivo como en lo negativo.
Este diálogo causa-efecto nos ayuda a moldear nuestra percepción de nosotros mismos, tanto en lo positivo como en lo negativo. Clic para tuitearDesafíos en la Identidad Personal
¿Cuándo surgen los desafíos en la identidad personal? Pueden manifestarse en cualquier etapa de la vida, ya que la identidad es un proceso en constante evolución. Estamos en un flujo constante de adaptación al entorno, y nuestras experiencias nos moldean en el proceso.
Los roles sociales también influyen en la creación de nuestra identidad. Si bien somos vulnerables en todas las etapas, desde la infancia hasta la adultez, los momentos de adolescencia y juventud son especialmente cruciales.
El proceso de definir nuestro lugar en la sociedad y enfrentar cambios físicos y cognitivos puede generar vulnerabilidad.
Los conflictos familiares, las amistades tóxicas, la vulnerabilidad económica y social, y otros factores pueden afectar nuestra autoimagen.
Los conflictos familiares, las amistades tóxicas, la vulnerabilidad económica y social, y otros factores pueden afectar nuestra autoimagen. Clic para tuitearLa falta de adaptabilidad a conductas socialmente aceptadas puede resultar en problemas de autoestima. Esto puede llevar a adicciones, dificultades económicas, problemas de socialización, fracaso escolar e incluso depresión y ansiedad.
Superando Obstáculos y Desarrollo Personal
El proceso de construcción de la identidad es constante y nunca está completo. Si te encuentras atrapado en una imagen negativa de ti mismo, ¡no estás solo! Aceptar tus emociones, sentimientos y pensamientos es el primer paso para liberarte.
Luego, llega el momento de soltar. Esta acción reflexiva implica liberarte de ideas limitantes y negativas. Desde una base de autoconciencia, eliges qué quieres soltar y dejar atrás.
Luego, llega el momento de soltar. Esta acción reflexiva implica liberarte de ideas limitantes y negativas. Desde una base de autoconciencia, eliges qué quieres soltar y dejar atrás. Clic para tuitearCon el paso del tiempo y con el apoyo adecuado, puedes transformar tu autoimagen. El proceso de soltarse de viejas creencias y construir un nuevo yo más valorado y respetado es posible. Este proceso de desarrollo personal te dará las herramientas para mejorar tu autoestima.
La aceptación y el soltar se entrelazan, permitiéndote transformar tu perspectiva y construir una identidad más brillante y atractiva. Así, podrás enfrentar la ansiedad y avanzar hacia una vida más plena y auténtica.
Si deseas más orientación y apoyo en este proceso, ¡estoy aquí para ayudarte!
Te invito a que pongas en práctica estos consejos, y si necesitas más información o ayuda, ponte en contacto conmigo, a través de mi mail hola@merchemoriana.com.